Alberobello y Trulli

Alberobello, conocida como la ciudad de los Trulli, un famosísimo sitio de la UNESCO con las características casas de campo en forma de cono, es uno de los lugares que no puedes dejar de visitar si vienes a Apulia. Cada año la ciudad atrae a muchos turistas de todo el mundo, que abarrotan las calles del centro histórico con una mirada de asombro y felicidad.

La Casa d'Amore es el primer edificio de la época real, ya que durante el reinado de Fernando IV de Borbón en el siglo XVIII se prohibió la construcción de edificios permanentes por orden de la nobleza local. Este edificio, situado en la Piazza Ferdinando IV, fue construido por el propietario Francesco D'Amore en 1797 con el uso de mortero, que sería el material con el que se construirían los famosos Trulli en tiempos posteriores.

El Trullo Sovrano es uno de los mayores trullos de la ciudad de Alberobello, situado en la Piazza Sacramento, originalmente un sencillo trullo de campo propiedad de la familia Perta.
En el siglo XIX se convirtió en la sede de la Cofradía del Santísimo Sacramento, que colocó en la entrada un cuadro del Calvario de origen desconocido. Fue declarado monumento nacional en 1923 y es casa museo desde 1994.

La Iglesia de San Antonio de Padua es una de las iglesias más bellas de Alberobello. Situada en el barrio de Monti, fue construida por orden de Don Antonio Lippolis en 1926 y se abrió al público en la fiesta de San Antonio de Padua, el 13 de junio de 1927.
Don Antonio encargó la construcción a sus conciudadanos, que decidieron inspirarse en el estilo de los Trulli.
Antes de parar a comer, hay que detenerse en algún lugar para comprar un pequeño artilugio con forma de trullo

¿Estás paseando por Alberobello y es la hora de comer y no sabes dónde ir? El restaurante Trullo d'oro es el lugar para ti.
Déjese mimar por los sabrosos manjares preparados por el chef Davide Girolamo con productos genuinos de Apulia procedentes de proveedores locales. El menú es muy variado, diseñado para satisfacer todos los paladares. Un viaje sensorial a través de olores y sabores que une cada plato con el maridaje adecuado.
Un delicioso postre, preparado con esmero por nuestros pasteleros, es imprescindible para terminar la comida.

Ostuni, la ciudad blanca, es una de las impresionantes localidades de las colinas de Murgia. Es agradable perderse por las callejuelas del casco antiguo y visitar las iglesias del siglo XVIII, como la dedicada a San Vito Martire, construida en estilo barroco de Lecce.

Es imprescindible hacer una parada en la Concatedral de Ostuni, situada en la cima de la colina más alta de la ciudad y dedicada a Santa Maria dell'Assunzione.
La iglesia fue construida en el siglo XV y presenta una mezcla arquitectónica de estilos gótico y románico.
Antes de regresar al hotel, deténgase en una tienda de recuerdos para comprar el famoso silbato de cerámica, fabricado por maestros locales en una gran variedad de formas, incluidas las más curiosas.

Por fin hemos llegado al final de un largo día, un poco de relax después de visitar dos hermosas ciudades.