Atenas - Canal de Corinto - Epidauro - Nauplia

Comenzamos el día con una visita a la joya de Grecia, la antigua Acrópolis. La Acrópolis abre a las 8 de la mañana. Te aconsejo que estés aquí no más tarde de las 9, sobre todo en verano, para que no haga tanto calor. Es mejor comprar las entradas con antelación, por Internet, para no tener que hacer cola. Puede dejar su coche en el aparcamiento del hotel por el momento y tomar el metro Acrópolis (estación Acrópolis).

No deje de subir a la colina del Areópago, desde donde podrá tomar magníficas fotos de la Acrópolis, la colina de Lycavittos, la antigua Ágora y una vista panorámica de toda Atenas.

A través de Plaka, el antiguo barrio de Atenas a los pies de la Acrópolis, baje hasta la calle Ermu.

La calle más famosa de la capital es la peatonal Ermu. Lleva el nombre de Hermes, el dios del comercio, y, como es de esperar, está repleta de pequeñas y grandes tiendas y cafés.

Cada hora, la Guardia Presidencial, formada por vistosos y apuestos eusones, cambia de guardia en la plaza Syntagma, frente al edificio del Parlamento. Y los domingos, de 10.45 a 11.15, hay un turno de honor, con una marcha, una orquesta y una guardia completa. Se recomienda llegar temprano para conseguir un mejor asiento.

Recoge el coche en el aparcamiento y conduce hasta la península del Peloponeso.

Parada fotográfica en el impresionante Canal de Corinto, que conecta los mares Egeo y Jónico. La longitud del canal es de 6 km y las paredes tienen casi 80 metros de altura. Los amantes de lo extremo pueden incluso saltar desde uno de los puentes, hay un bungee jumping (hay que pedirlo con antelación).

Almuerzo en una taberna junto al mar.

El culto al dios sanador Asclepio se desarrolló aquí en los siglos VI y V a.C. y Epidauro se convirtió en un lugar de peregrinación para muchos curanderos que sufrían. Había edificios maravillosos: el Templo de Artemisa, el Templo de Asclepio, piscinas termales y un estadio. También se construyó aquí un teatro que también ofrecía espectáculos terapéuticos. El teatro es famoso por su acústica única y sigue acogiendo representaciones teatrales y conciertos.

Pase la noche en la encantadora Nafplio, con su elegancia que recuerda a las ciudades italianas del Mediterráneo. Dé un paseo nocturno por la ciudad, sienta su ambiente especial y cene en uno de los muchos restaurantes. No deje de probar el helado local, que se sigue elaborando según antiguas recetas italianas. La ciudad es mayoritariamente peatonal y los coches pueden aparcarse en el gran aparcamiento que hay junto al puerto.