Cruzar el canal de Corinto y admirar el antiguo teatro de Epidauro

Construido en 1893 tras muchos intentos infructuosos en la antigüedad, el Canal de Corinto separa el Peloponeso de la Grecia continental y conecta el mar Jónico con el mar Egeo. Aunque el Canal de Corinto desempeñó un papel importante en la economía del país en el pasado, ya que los barcos de la época se ahorraban 700 km al no tener que dar la vuelta al Peloponeso, hoy en día no sirve para los barcos modernos -por tanto, más grandes- debido a su estrecha anchura, de sólo 24,6 metros.
Haga una rápida parada en el Puente Viejo, uno de los pocos puentes del Canal de Corinto, y espere a que las pequeñas embarcaciones crucen sus 6,4 km de longitud.

Epidauro es famosa sobre todo por ser la ciudad donde nació Asclepio, el dios de la curación. En la antigüedad, los enfermos visitaban Epidauro por su santuario, el Asclepeion, con la esperanza de ser curados. Junto con la prosperidad que trajo el centro de curación de Asclepio, se construyó un estadio para albergar los juegos en honor al dios y el renombrado Teatro Antiguo de Epidauro para celebrar representaciones teatrales durante las festividades religiosas.
El Teatro Antiguo tiene un aforo de 14.000 personas. Desde los años 50, todos los veranos se representan allí obras teatrales clásicas, en el marco del Festival de Epidauro. Suba a las últimas filas de asientos y compruebe la excelente acústica del teatro escuchando a otros visitantes hablar en el centro de la escena.
Hay un amplio aparcamiento gratuito fuera del recinto arqueológico.
Horario de apertura (invierno): De lunes a domingo: de 8 a 17 horas
Para más información sobre los horarios de apertura en otras temporadas, visite el sitio web oficial.

Haga una parada para comer en Lygourio en la Taverna Leonidas, a pocos minutos en coche del yacimiento arqueológico de Epidauro. Pruebe los platos tradicionales griegos en un bello entorno que cuenta con fotos de las representaciones teatrales de Epidauro.
Horario de apertura: Domingo - lunes, miércoles - jueves: 10 am - 12 am Martes: 10 - 23:30 horas Viernes - Sábado: 10:00 - 12:30

Tras un corto trayecto en coche hasta Nafplio, regístrese en el Impero Luxury Suites Nafplio, un elegante hotel ubicado en un histórico edificio neoclásico en el corazón del casco antiguo de Nafplio.
Hay varios aparcamientos cerca del hotel para aparcar el coche y explorar la ciudad a pie.

Después de registrarse en su hotel, disfrute de un relajante paseo junto al mar por el camino que lleva a la playa de Arvanitia. Es un paseo fácil de 20 minutos con fantásticas vistas al mar. Desde la playa de Arvanitia, podrá disfrutar de la vista del castillo de Palamidi y del castillo de Akronafplia.
En verano, hay un bar y un restaurante abiertos todo el día en la playa.

Desde la playa de Arvanitia, siga el camino ascendente que parte del área de aparcamiento de Arvanitia y conduce al castillo de Akronafplia. El castillo de Akronafplia es más antiguo que el de Palamidi, y fue abandonado cuando se construyó este último.
Sólo se pueden ver las ruinas del castillo de Akronafplia, pero es el lugar ideal para disfrutar de la puesta de sol con unas vistas espectaculares de la ciudad de Nafplio, la fortaleza de Bourtzi y el castillo de Palamidi.
No hay que pagar entrada, y se puede visitar las 24 horas del día.

De regreso a la ciudad de Nauplia para cenar, haga una rápida parada en la Puerta de Tierra. Fue construida por los venecianos en 1687. En aquella época, pasar por esta puerta era la única forma de entrar en la ciudad, ya que había un amplio canal marítimo delante de la puerta.

Deténgase a cenar en la Taberna Pidalio para degustar una exquisita comida griega. Allí podrá degustar platos tradicionales griegos, como la moussaka, pero también pescado y marisco.
Se recomienda reservar a través de su página web.
Horario de apertura: Miércoles - lunes: 13:30 - 23:00 Martes: cerrado

Vuelva a su hotel paseando por las pintorescas calles del casco antiguo y duerma bien. Mañana completará su exploración de Nauplia y visitará el sitio arqueológico de Micenas antes de visitar una bodega en Nemea, en su camino de regreso a Atenas.