De camino a Santander vas a realizar una parada en uno de los pueblos más bonitos de Cantabria, San Vicente de la Barquera. Allí podrás admirar el Castillo de San Vicente, construido a principios del siglo XII y Bien de Interés Cultural desde 2002, la Plaza Mayor del Fuero, la torre del Preboste o el Palacio de los Corro.

Aunque la cueva de Altamira tiene un régimen de acceso muy controlado (solo 260 personas al año), sí se puede acceder a su réplica, la Neocueva, ubicada a escasos metros de la cavidad original en el museo de igual denominación. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1985, y localizada a 2 kilómetros del municipio cántabro de Santillana del Mar, su techo de los polícromos ha recibido calificativos como "la Capilla Sixtina del arte paleolítico".
Las pinturas y grabados de la cueva pertenecen a diferentes periodos (Magdaleniense y Solutrense, principalmente), lo que asegura que fue utilizada durante varios periodos, sumando alrededor de 22.000 años de ocupación dentro del Paleolítico Superior. ¡Una visita fascinante!

Este verdadero icono es tu primera parada en Santander. Declarado monumento histórico-artístico en 1982, es uno de sus edificios más emblemáticos. Construido entre 1909 y 1911 por los arquitectos Javier González Riancho y Gonzalo Bringas Vega, puede conocerse por dentro en una visita guiada que te mostrará el comedor de gala o el salón real.
Estas visitas están sujetas a la celebración de eventos, por lo que te recomendamos que visites su web oficial para más información y comprar entradas. Durante el verano, debido a los cursos de la UIMP, solo se realizan en fines de semana, mientras que el resto del año tienen lugar de lunes a domingo.

Con las mejores vistas al mar que puedas imaginar, el Balneario de la Magdalena posee una maravillosa terraza sobre la playa de igual nombre. Momento y lugar perfectos para un aperitivo o tentempié antes de continuar tu ruta por Santander.

Aparca aquí tu coche mientras das un agradable paseo por la playa más grande de Santander.

Situada en pleno núcleo de Santander, la Primera Playa del Sardinero presume de casi 2 kilómetros de finas arenas. Durante mucho tiempo fue un caladero de sardinas (donde se procesaba el pescado recién capturado), de ahí que ese sea su sugerente nombre. Disfruta de una de las panorámicas más bellas de la ciudad mientras respiras el olor del mar Cantábrico.

Aparca aquí tu coche para continuar a pie esta ruta por Santander. Vas a recorrer su centro histórico y las piernas serán tu mejor aliado.

En un lugar privilegiado, junto a la bahía de Santander, en su carta encontrarás una amplia variedad de platos y raciones con sabor marinero: las típicas rabas, mejillones, sepia, chipirones o anchoas del Cantábrico.

Obra del arquitecto Antonio Zabaleta y declarado Bien de Interés Cultural, fue construido en 1842. En él encontrarás tiendas con tanta historia como Mantequerías Cántabras, abierta en 1860, o una sucursal de la Oficina de Turismo de Santander, por si te surge alguna duda durante tu visita.

De estructura gótica y aparentemente austera en comparación con otras catedrales, el actual edificio se compone de 2 iglesias superpuestas.

Este espectacular centro de arte diseñado por Renzo Piano está situado en voladizo sobre el mar, suspendido sobre pilares y columnas a la altura de las copas de los árboles de los Jardines de Pereda, sin llegar nunca a tocar tierra. Consulta su amplio programa expositivo para ver cuál de sus múltiples actividades se adapta a tus gustos y fechas de visita.

Creada durante la reconstrucción de Santander tras el gran incendio de 1941, en el subsuelo de la Plaza Porticada yacen restos arqueológicos de la antigua muralla medieval y de la Puerta del Mar (principal entrada marítima en la Edad Media), además de búnkeres y refugios antiaéreos de la Guerra Civil.

Punto de encuentro de locales y turistas, la bonita Plaza del Ayuntamiento es uno de los puntos más fotografiados. En sus aledaños encontrarás una de las zonas más comerciales de la ciudad, con presencia de la mayoría de marcas de moda y complementos.

Sobaos, Quesadas y Galletas Pasiegas son algunas de las exquisiteces dulces más tradicionales de Cantabria. En Sobaos y Quesadas Luca elaboran estos productos desde 1968 con la misma receta secreta transmitida de padres a hijos. Todos sus productos son elaborados diariamente con materias primas de gran calidad.

Producto de temporada con recetas tradicionales de Cantabria te esperan en este restaurante ubicado en el interior del Mercado del Este. Ensalada templada de pulpo, pimientos con anchoas y queso, almejas a la sartén, bacalao a la plancha con verduras, rodaballo... Los mejores sabores del Cantábrico para reponer fuerzas antes de regresar a casa.