Lago Ebeity, ruinas de la fortaleza y un convento

Cerca de la aldea de Hvozdevka, continúa el sendero ecológico hacia el lago Ebeity. Las vistas de la orilla sureste del lago son las más pintorescas debido a su mayor contenido en sal. Se puede llegar al inicio del sendero ecológico en coche, pero si ha llovido el día anterior, se corre el riesgo de quedar atrapado en una marisma.
A lo largo del sendero hay paneles informativos que describen la flora y la fauna, las leyendas y la composición mineral del lago.
Empiece por el sendero ecológico y diríjase hacia el agua. Para llegar al lago, hay que caminar varios kilómetros a través de la estepa, las marismas y los matorrales de salicaria, que figura en el Libro Rojo. El lago es poco profundo, pero se puede nadar en él. Traiga un recipiente de arcilla curativa para usar en casa.

Puedes quitarte la suciedad y la sal en las aguas del barranco de Amrin. También hay un buen lugar para cocinar en una hoguera y cenar al aire libre.

Por la tarde, diríjase al distrito de Marjanovsky. No se pierda el desvío hacia Piketnoye, luego diríjase hacia Pomurino hasta llegar al lago Pokrovskoye. Aquí encontrará las ruinas de una fortaleza del siglo XVIII. Esta pequeña fortaleza octogonal formaba parte de la Línea Siberiana, una fortificación diseñada para proteger a los siberianos de las incursiones nómadas.
En el territorio de la fortaleza había antiguamente cuarteles, establos, almacenes y graneros. Pero desde hace dos siglos, la fortaleza está inactiva y no queda mucho de ella: todo está cubierto de hierba esteparia. Sin embargo, este lugar será un punto de referencia para los amantes de la historia. Para todos los demás, es un lugar estupendo para pasear y relajarse.

Después de explorar las murallas y los fosos, dé un paseo hasta el lago Pokrovskoe. El agua del lago es limpia y agradable, aunque los juncos dificultan la aproximación a cualquier lugar.

Por último, visite el convento de Seraphim, conocido como la ermita de Varvara. Fue fundada por la abadesa Varvara (Gerasimova), que se retiró hace más de treinta y cinco años a los bosques de Marjanovo.
En el complejo hay 11 capillas totalmente de madera y un templo. Si vienes a comer aquí, seguro que no te quedarás con hambre. Si no consigue comer en el monasterio, elija uno de los cafés de carretera que hay en el camino o apresúrese a llegar a la ciudad para refrescarse en casa.