Una vez de vuelta en la carretera, es hora de poner rumbo a Hardangerfjord. Las montañas rodean el agua y lo dejan todo pintoresco. El agua actúa como un espejo, ya que las ondulantes montañas se duplican en el agua que hay debajo. Esta zona ofrece varios lugares para practicar senderismo.
En la siguiente parte de la ruta, se toma un ferry en Tørvikbygd ferjekai. En el trayecto, podrá contemplar la naturaleza desde un ángulo diferente al estar totalmente sumergido en ella. Comience a dirigirse hacia las cascadas de Espelandsfossen y déjese sorprender por la belleza del paisaje mientras conduce. Una vez que haya tenido la oportunidad de admirar esta cascada, comience a dirigirse hacia la siguiente cascada asombrosa, la cascada Låtefossen. Conduzca hasta la iglesia de madera de Røldal para contemplar el edificio histórico de madera de 1250. Llénese de deliciosa comida en Roldalsterrassen con una gran vista. Por último, emprenda el regreso a Bergen.