Tolo - Epidauro - Fábrica de aceite de oliva - Micenas - Nauplia - Tolo

El culto al dios sanador Asclepio se desarrolló aquí en los siglos VI y V a.C. y Epidauro se convirtió en un lugar de peregrinación para muchos enfermos. Aquí se construyeron algunos edificios notables: el templo de Artemisa, el templo de Asclepio, piscinas termales y un estadio. También se construyó aquí un teatro que también ofrecía espectáculos terapéuticos. El teatro es famoso por su acústica única y sigue acogiendo representaciones teatrales y conciertos.

A sólo 3 km de la antigua Epidauro se encuentra la fábrica de aceite de oliva MELAS. En la finca MELAS podrá pasear por un olivar ecológico y aprender cómo crecen los árboles, cómo se recogen las aceitunas y cómo se elabora el aceite de oliva. Pruebe el aceite de oliva y las aceitunas locales y compre lo que le guste. También se ofrecen muy buenos aceites de oliva e ingredientes naturales para la biocosmética. La visita dura aproximadamente una hora y se desarrolla en griego, inglés, francés y alemán. Le recomiendo encarecidamente que se ponga en contacto con la Sra. Anastasia, que realiza la visita, por correo electrónico o por teléfono con antelación y acuerde una hora. Estaré encantado de ayudarle si esto le resulta difícil.

La antigua Micenas, donde nació la civilización micénica. Desde el palacio del rey Agamenón se lanzó la campaña de Troya y antiguos mitos que resultaron ser reales llevaron a Heinrich Schliemann a estas colinas a finales del siglo XIX, donde encontró oro micénico. Antes de subir por la Puerta del León a las ruinas del palacio, eche un vistazo al museo arqueológico local.

No olvide detenerse en la impresionante tumba abovedada, el llamado tesoro de Atreo (la entrada a Micenas y a la tumba es compartida). Las tabernas de Micenas son bastante turísticas, así que elige algo a tu gusto o espera con la comida hasta Nauplia.

La encantadora ciudad de Nauplia, primera capital de la Grecia independiente, recuerda la elegancia de las ciudades italianas. Comienza en la fortaleza de Palamidi que domina la ciudad. Desde aquí se tiene una vista panorámica impresionante.

Nauplia es una ciudad peatonal, por lo que es mejor dejar el coche en el gran aparcamiento que hay junto al puerto.

Dé un paseo por la ciudad y sienta su especial atmósfera. Los amantes de la historia pueden visitar el Museo Arqueológico con hallazgos de toda la zona de la Argólida (Micenas, Epidauro, Lerna). Y quienes deseen descubrir la bebida tradicional griega, el ouzo, pueden visitar la tienda de Karonis, uno de los más antiguos productores griegos de ouzo y otras bebidas. Y no se olvide de probar el helado local que se sigue elaborando según antiguas recetas italianas en Nauplia. También es un buen lugar para cenar en una de las tabernas de las callejuelas del casco antiguo.

Pernoctación en el mismo hotel de Tolo.