Bienvenido a tu viaje por las carreteras menos transitadas justo al noroeste de Ann Arbor. En esta ruta, conducirás junto al río Huron, pasando por bosques, lagos, parajes únicos y tierras inalteradas.
Las granjas son habituales en esta zona y han ocupado el terreno durante más de 100 años. A la derecha, pasarás por donde viniste en Revel Run. Junto a Revel Run está la Granja de Árboles de Navidad de Urquhart. Durante las fiestas, los lugareños pueden cortar árboles de Navidad y visitar la tienda de regalos.
Cerca también hay un santuario y rescate equino, un campo de entrenamiento para montar a caballo y White Lotus Farms, donde los visitantes pueden pasar tiempo con llamas y cabras y disfrutar de productos de granja. Un poco más al sudeste, hay más criaturas en The Creature Conservancy, una reserva sin ánimo de lucro para animales rescatados y exóticos.

A la derecha, pasarás por la Reserva Científica Fox, una discreta reserva oculta que se remonta a la época en que los glaciares se retiraron de Michigan. La reserva se encuentra dentro de una antigua cantera de grava, cuyos materiales ayudaron a construir la I-94, la autopista por la que acabas de pasar.
Ahora, intacto desde hace casi 40 años, el terreno no parece muy diferente del de hace 12.000 años, lo que ofrece una oportunidad única de ver el aspecto que pudo tener la zona tras la retirada de los glaciares y un lugar único para presenciar el estudio de la sucesión biológica. Hay rocas de miles de millones de años esparcidas por la zona, y se pueden ver indicios de fósiles entre las rocas calizas.

Acaba de salir de Dexter, Michigan, un pueblo histórico fundado hace 200 años, en 1824, por Samuel W. Dexter, especulador de tierras, juez y abolicionista. A la izquierda, verá su casa blanca de estilo renacimiento griego, Gordon Hall, construida en la década de 1840. Se considera uno de los edificios más antiguos e históricos del estado, y entró en el Registro Nacional de Lugares Históricos en 1972.
Los historiadores afirman que la familia Dexter alojó en Gordon Hall al menos a dos, posiblemente tres, presidentes de Estados Unidos y creen que fue una parada del Ferrocarril Subterráneo. Las historias orales nombran a Samuel W. Dexter como revisor de la ruta, y los dibujos históricos documentan la existencia de una habitación oculta a la que sólo se podía acceder por una trampilla.

A su izquierda está Stinchfield Woods, una extensa reserva forestal propiedad de la Universidad de Michigan. Desde 1925, el bosque ha servido como zona de investigación de campo y conservación para profesores y estudiantes. También hay antiguos observatorios y radiotelescopios de la universidad cerca de Peach Mountain, en el interior del bosque, que es uno de los puntos más altos del sureste de Michigan (y no es realmente una montaña, sino una colina).
Un grupo de aficionados a la astronomía afiliado a la universidad, llamado University Lowbrow Astronomers, mantiene un telescopio de 24 pulgadas cerca de Peach Mountain que los miembros del club y los visitantes pueden utilizar para ver las estrellas, los planetas, las nebulosas y las galaxias en las noches despejadas, sin obstáculos por la contaminación lumínica de la ciudad.

Si se dirigiera a la izquierda por Tiplady Road, llegaría a Pinckney Recreation Area, un parque de 11.000 acres que es un completo refugio en la naturaleza para los amantes del ocio. Mochileros, ciclistas de montaña y excursionistas pueden disfrutar de más de 40 millas de senderos, y es un paraíso para los pescadores gracias a los varios lagos del parque. Hay dos playas para bañarse en verano, un establo para montar a caballo, esquí de fondo en invierno y deportes de remo en verano. Pinckney es también un popular destino de acampada, que ofrece a los viajeros de la región una completa experiencia de back country.

Fíjese bien para no perdérselo. Te estás acercando a una pequeña comunidad con un apodo interesante: Hell, Michigan. Aunque es algo famoso gracias a su nombre, en realidad viven aquí menos de 100 personas. Fiel a su nombre, el pueblo hace honor a su peculiar reputación. A tu izquierda, pasarás por Smoke Doctor, una barbacoa; Go to Hell, una tienda de regalos con temática de terror; y Hell Saloon. Los orígenes del nombre de la ciudad son objeto de debate, pero la leyenda sugiere que se remonta a George Reeves, el hombre que colonizó estas tierras. Una teoría dice que Reeves, propietario de varios negocios en la ciudad, pagaba a sus trabajadores con el whisky que producía, de modo que cuando elegían bebérselo en lugar de volver a casa, sus esposas exclamaban que habían "ido al infierno otra vez".
Otra teoría es que, cuando le preguntaron cómo debía llamarse la ciudad, respondió: "Me da igual; por mí podéis llamarla Infierno", y se lo tomaron al pie de la letra.

La Reserva Edwin S. George de la Universidad de Michigan, una reserva de 1.300 acres, se encuentra en el terreno por el que está pasando. Desde 1930, investigadores y estudiantes han llevado a cabo estudios biológicos a corto y largo plazo en el terreno, incluido un estudio de 30 años sobre tortugas, un estudio de 50 años sobre cambios sucesionales en un campo abandonado y un estudio en curso de 10 años sobre anfibios. Además de realizar importantes estudios ecológicos, la universidad preserva la flora y fauna autóctonas del terreno.

Esta parte occidental de la ruta de hoy es mucho más rural que la oriental, ya que la carretera por la que acabas de girar atraviesa la zona recreativa de Pinckney. No puede verlos desde la carretera, pero más de siete lagos le rodean en este momento. Cerca de los lagos hay tranquilas zonas de acampada escondidas en la naturaleza y varios puntos de partida de senderos. La proximidad de Pinckney a las áreas metropolitanas de Detroit y Ann Arbor hace del parque un lugar ideal para quienes buscan un respiro fácil en la naturaleza sin tener que viajar demasiado lejos.

North Lake, que pasarás por el lado del conductor, marca el final de la zona recreativa de Pinckney en el lado este de la carretera. Pero antes de dirigirse a Chelsea, la siguiente ciudad, pasará cerca de un par de granjas de la región, entre ellas granjas de bayas, un huerto y una piscifactoría de truchas donde los huéspedes pueden pescar sus propios peces en estanques alimentados por manantiales y libres de contaminación. Aunque las granjas productoras de alimentos están disminuyendo en Michigan y en Estados Unidos en general, en esta región no han dejado de crecer últimamente.
También al sureste se encuentra el Chelsea Game Area, donde los visitantes pueden hacer senderismo, pescar, cazar ciervos, acampar y observar la vida salvaje, incluidas las águilas que han sido vistas anidando en la región.

La torre del reloj marca la entrada al centro histórico de Chelsea. Con edificios que datan del siglo XIX y que permanecen notablemente intactos, la calle principal de Chelsea ha sido recientemente incluida en el Registro Nacional de Lugares Históricos. Aparte de su encanto histórico y sus barrios victorianos, el distrito comercial de Chelsea, que se puede recorrer a pie, lo convierte en un lugar especial en Michigan, que, fuera de las grandes ciudades, es mayoritariamente rural o suburbano y muy dependiente del automóvil.

A la derecha, junto a la I-94, está Barn Sanctuary, un granero de 140 años convertido en santuario que rescata y rehabilita animales de granja maltratados y abandonados y les ofrece un nuevo hogar donde recuperarse y pasar el resto de sus días. Animal Planet presentó el santuario en una serie de televisión llamada Saved by the Barn (Salvados por el granero), que seguía al propietario del granero, Dan McKernan, mientras él y su equipo aprendían a rescatar y cuidar a los animales. El granero está abierto al público para que lo visite y conozca a los animales residentes.

Mientras vuelve a la carretera para terminar su ruta, a su izquierda, pasará por la Reserva Natural de Baker Woods, donde los visitantes pueden tomar senderos, veredas y puentes de madera para una corta caminata a través de una mezcla de bosques y humedales.
Junto a la reserva natural hay también un hábitat pantanoso, que es un lugar excelente para la observación de aves acuáticas. Patos, aves playeras, garzas, grullas y otras aves se detienen aquí en su viaje migratorio. Otras especies acuden a la reserva durante el verano para anidar y criar.

Revel Run está a pocos segundos después de girar a la derecha en el siguiente cruce. Aquí termina nuestra ruta de hoy. Espero que hayan disfrutado del recorrido y hayan aprendido algo sobre la rica, pero a menudo desapercibida, historia de esta región. Buen viaje y hasta la próxima.