Cuatro países en cuatro días

Nadie te creerá cuando les digas que has recorrido 4 países en 4 días. Pero no sólo es posible, sino que con la ruta que aquí se propone, tendrás la oportunidad de disfrutar de parte de la esencia de cada país.
En Holanda verás lugares y ciudades únicas y desconocidas. Allí no se perderá un pueblo encantador con sus típicos molinos de viento, sus románticos puentes y sus canales.
En Bélgica visitarás fortalezas convertidas en paraísos, comerás en las mazmorras de un hermoso palacio y Brujas será la estrella del día que te deslumbrará con su belleza intemporal.
En Francia dormirá cerca del gran Chateau de Chimay, que le mostrará todos sus tesoros. Un castillo fortificado en Sedan le revelará cómo se vivía allí durante sus casi 1000 años de existencia y comerá los mejores platos franceses en el sótano de una ciudadela fortificada, con unas vistas extraordinarias.
Luxemburgo le llenará los ojos de paisajes ideales y rincones que no esperaba encontrar en una ciudad que pasó de mano en mano, de un conquistador a otro. Allí, en sus profundidades, verá pasajes llenos de historias que le dejarán sin aliento.
Para terminar, de vuelta a Alemania, se transportará a la antigua Roma, en una ciudad llena de historia, considerada por muchos como la más antigua de Alemania: Tréveris le espera para contarle muchos secretos.
Cerrando el viaje, lo pasarás en grande en el parque de atracciones Phantasialand. A continuación, verá cómo se fabricaban los antiguos oficios en un museo al aire libre en Hagen. Finalmente, cenarás en Osnabrúck entre sus callejuelas del centro histórico.
Un gran viaje, muchas cosas que vivir, sólo 4 días... ¡No hay tiempo que perder!